La boda de Patricia y Darío fue muy especial, me sentí muy cómoda con ellos y sus invitados, todo transcurrió tranquilo, en un ambiente muy relajado. Y es que ellos son así, siempre con una actitud muy positiva y una sonrisa en la boca.
Me siento muy feliz por haber podido ser la fotógrafa de su boda, y quiero darles las gracias por darme absoluta libertad.
Tengo que dar las gracias también, como siempre, al equipo del Hotel Rural Maipez, que se esfuerzan mucho para que todo salga perfecto.
La decoración estuvo a cargo de Conchi, de Floristería El Arriate. La iluminación y sonido los puso Promaster.
Y el vídeo estuvo a cargo de Rafael Marrero, con el que disfruté mucho trabajando.