Natalia y Jaime contactaron conmigo porque querían tener una buena sesión de fotos con sus niñas, y como suele pasar, el tiempo vuela y parece que nunca hay una «excusa» para hacerse un reportaje de familia.
Les planteé hacer parte de la sesión en casa, ya que me encanta retratar a las familias en su ambiente, donde se sientan cómodas, y así plasmar su día a día. Y más tarde acabamos viendo el atardecer en la playa de La Laja, donde las peques jugaron y se mojaron con las olas, para luego acabar como croquetillas rebozadas en arena.
Y es que huyo de las típicas fotos posadas, para mostrar naturalidad, espontaneidad, y la esencia de cada familia.
¡¡Muchas gracias por permitirme formar parte de un día de vuestras vidas!!